Una de las maravillas del descubrimiento del nuevo género en el siglo XVII
fue la maravillosa arquitectura a la que dió lugar.
Entre los teatros para ópera que se construyeron para acoger las
representaciones destaca por su belleza y originalidad el Teatro Farnese de
Parma. Es un teatro de arquitectura barroca realizada en madera, más elevado de
la planta baja, en lo que correspondía a la planta primera del Palacio de los
Farnesio en Parma.
El teatro se construyó en 1618, aunque se inaguró con posterioridad, en
1628, con motivo del matrimonio entre Odoacro Farnese y Margarita de Médici,
con la representación de la ópera Mercurio e Marte, con música de Claudio
Monteverdi, con una escenografía espectacular, llena de efectos especiales que
asombraron al público de la época.
Durante la segunda guerra mundial quedó muy dañado pero se ha reconstruido
con cuidado y actualmente se puede visitar y admirar.
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